Comentario al Resumen
del Segundo Informe de Desarrollo Humano en Centroamérica
y Panamá.
No cabe duda que el problema implícito en la sub-región centroamericana es de índole estructural;
este se inició con la colonia y perdura a través
de todo del sistema, en unos países más y en
otros menos. No cabe duda que parte de este es la predominante
confusión que tienen las clases gobernantes, de confundir
el erario público con su propio peculio.
Los estados centroamericanos no lograron despegar del constitucionalismo absolutista
como una más de las etapas en el proceso de evolución,
hacia el modelo republicano democrático. En general
el panorama histórico presenta el escamoteo por el poder
entre grupos políticos, económicos, sociales
y religiosos; éste ha tenido características
que van desde el más bajo pillaje, hasta “compartir” con
el pueblo las migajas, o en mejor de los casos parte del botín.
En la última mitad del siglo XX, con excepción de Costa Rica,
la existencia del ejército en vez de guardar la seguridad
externa y la democracia de las nacientes repúblicas,
se inmiscuyó en el botín, apalancó a las
clases dominantes; disfruto de sus mieles y les gustó.
Finalmente, estos se consolidaron como la “guardia pretoriana” por
medio de la cual sargentillos dieron golpes de estado tomando
efectivamente el poder y se codearon con la corrupta “aristocracia”,
cuyas únicas ansias históricamente han sido sostenerse
a cualquier costo, aunque fuera entregando el poder.
La Iglesia, con su infalible Bula Papal de la Edad Media en la que se condenó al
acto sexual sólo para reproducirse quizás era
algo entendible y necesario, pero en el presente, en nuestra área,
este planteamiento solo causa estragos al sistema con la sobrepoblación.
Entre el surgimiento de la píldora, lo pecaminoso o
no de tomarla, la cantidad de abortos que en realidad ocurren
y los millones que sí nacieron; por regla general surgieron
en el seno de familias pobres cuando no en la miseria. Estos
difícilmente fueron cuidados (educados) por las familias
y la iglesia, después del bautismo brilló por
su ausencia en la educación sobre el cristianismo.
No obstante que América Latina es una de las áreas con mayor
cantidad de católicos en el mundo, esta una de la que
tienen mayor cantidad de analfabetos en el mundo. En general
el área centroamericana tiene un 21.7% de analfabetismo,
donde solo el 25.1% cuentan con primaria pero incompleta, solo
el 18.7% la tiene completa; secundaria solo la tienen un 10%
de la población.
Con excepción de Costa Rica, tampoco las clases gobernantes cumplieron
sus funciones de educación cívica que les correspondían,
aparte y como una espada que pesa sobre las cabezas de los
dirigentes esta el declinado derecho de enseñar a leer
y escribir a los ciudadanos en cada país. A pesar del
preponderante el papel que juega la educación en la
lucha contra la pobreza y en la formación de capital
humano, la mayoría de gobernantes del área han
tenido la concepción de que el campesino aprende a leer, “solo
para formarse en el comunismo”. En realidad no es que
se hacen comunistas, si no que el conocimiento libera, la educación
hace que los subyugados inicien el rompimiento las cadenas
de la sujeción y las luchas de la liberación
contra las formas de opresión.
El modelo de Estado originalmente aplicado en la mayoría de las repúblicas
de CA. ha sido el del Constitucionalismo
Liberal, con excepción de la tentativa socializante
de Arvens en Guatemala, burdamente derrocado por la CIA. Costa
Rica cuya clase “gobernante”, vía un extraño consorciamiento entre
socialismo y socialcristianismo,
muy astutamente compartió el botín invirtiendo
y desarrollando la educación y la universalización
de la mayoría de los servicios básicos. Otro
país como Nicaragua, tuvo su revolución en la
que muchos creyeron, pero, la realidad de esta es que el país
vive peor que hace treinta años y con mayor corrupción;
de esta fracasada revolución solo surge la terrible
pregunta, que solo la historia puede hacer a las revoluciones,
de si estarían mejor como estaban antes con Somoza.
En la mayoría de los países del área, las dirigencias
partidarias de una u otra “ideología populista”, la
iglesia, el Estado y los ejércitos lo único que
han logrado, a pesar de la gran riqueza nacional existente,
ha sido ubicar a sus países como aquellos con un Índice
de Desarrollo Humano (IDH) mediano bajo. Desgraciadamente en
la parte mas alejada del medio y más
cerca de aquellos con IDH bajo, es allí donde se ubican
Honduras y Nicaragua casi al final de la lista y muy cerca
de Haití.
Lo peor de los actores sociales, políticos, económicos y religiosos
ha sido su miopía al llevar la realidad nacional de
algunos países a extremos tales que a algunos grupos
solo les quedó la marginalidad de la guerrilla. Las
guerras del área, de fratricidas y bunquerianas posiciones,
lo único que han logrado es descarrilar y estancar el
progreso de la evolución natural del sistema constitucional
hacia uno verdaderamente democrático. La toma del poder
ha sido realizada por expoliadores de la riqueza nacional y
de vidas humanas, sin embargo lo que es imperdonable es que
en los inicios del siglo XXI, estas insensibles clases gobernantes
no han hecho nada por revertir la situación.
Quizás en la superestructura, aparte de la moral hace, falta la concurrencia
de la ética para habilitar un espacio con una conciencia
económica, política, social de integridad y transparencia;
quizás un logro hacia esto ha sido el importante crecimiento
de las iglesias protestantes en la región que manejan
un rango de entre un 10 a un 14 por ciento de la población
del área.
Qué ocurre ante esta situación de estancamiento histórico,
de devastación y expoliación material, ante el
decadente modus vivendi de elites gobernantes
minoritarias y de la extrema marginalidad en que vive la mayoría
de la población de los países del área. ¿Quién
exigirá responsabilidad de este daño, para algunos
irreparable, o solo será la historia su juez sin sanción?
Por ahora lo importante es que han fracasado y la realidad de las cifras internacionales
lo demuestran, las minoritarias clases
dominantes son los culpables de la exclusión de la mayoría
de la población en Centroamérica de la educación,
de un beneficio económico mínimo, social, político
y principalmente de estabilidad. Pero, como conductores del
futuro de estas Naciones, la principal culpa de las clases
gobernantes y los partidos políticos ha sido su pobre
visión y misión.
La transparencia del sistema debe ser una exigencia de las Sociedades Civiles
de la Región de toda la estructura pública y
parte de la privada, con esto se podría supervisar el
gasto público social.
Para tratar de solventar este impase es
necesario, como dice el autor, “combinar un conjunto amplio de iniciativas
tanto económicas como políticas” de manera contundente
con aras a dar prioridad a problemas especiales como la reducción
de los niveles de desigualdad y pobreza, el fortalecimiento
del Estado de Derecho, la educación y los servicios
de salud. Menciona especialmente, el autor, como parte de la
combinación “la forja de nuevos encadenamientos productivos” los
cuáles no solo deben darse el ámbito nacional
si no el ámbito regional.
También es prioritario neutralizar la pobreza y el crecimiento económico
desigual para que una vez logrado esto, iniciar el cierre de
la brecha existente. Una oportunidad de hacer algo más
contundente entorno a este problema es quizás, con la
apertura de negociaciones para integrar al área a la
globalización. Se puede lograr el ingreso de compañías
que traigan trabajo para la gran cantidad de desempleados que
hay en la región y encadenarlas en el proceso productivo
local de manera tal que se pueda lograr un desarrollo más
horizontal democrático.
No cabe duda de la diversidad racial en la región, esta queda manifiesta
cuando excepcionalmente la Iglesia Católica les otorga
a los indígenas, dos santos o intercesores; deidades
con quienes los indígenas con licor y tabaco conversan
sus penas y lamentos desde hace mucho tiempo. En los distintos
países del área es manifiesto el abuso de un
grupo racial sobre los otros, tal es el caso de Guatemala,
donde el 6% de la población posee el 90% de la riqueza
y 60 por ciento de la población indígena no habla
español, ni tienen una lengua común de comunicación
entre ellos. Algo similar ocurre en El Salvador, Honduras y
Nicaragua y esto se da descaradamente con la tolerancia de
la Iglesia la cual junto con los ejércitos disfrutan
de las mieles del poder. Este problema racial deberá ser
soslayado so pena de convertirse en un obstáculo en
el camino de la nueva sociedad sub-regional.
Uno de los más grandes problemas estructurales y coyunturales del área
es el predominio de la economía informal, con un gran
mercado laboral pero lleno de inestabilidades. Las estructuras
productivas predominantes son las micro empresas y las PYME's
que en casos como Costa Rica las MIPYME's son el 97.6% del
total del parque nacional empresarial, y dan empleo a más
o menos el 88% de la población.
Para poder surgir de esta situación, es necesario aclarar que el sistema
económico de la era industrial tiene como principio
filosófico la exclusión, este fundamento puede
afectar bien sea por no saber leer y escribir, por no ser socio
de algo, o bien el más claro, por no tener dinero. En
la nueva sociedad a la que indudablemente se dirige el mundo,
es necesario evitar el ingreso de este tipo de desigualdades
con lo que se deberá elaborar legislación pertinente
para que esto no ocurra y establecer un marco jurídico
democratizador de la economía.
También es necesario educar a los analfabetos del área con miras
a poder darles mayores oportunidades a la mayoría de
la población que en el presente las sociedades nacionales
del área les deniegan.
Por otro lado deberá buscarse la forma primero encadenarse en cada país
el agro, su industria y manufactura, una vez consolidado el
nuevo hábitat económico nacional, se deberá hacer
algo similar en la región, pero no solo para encadenar
(electrónicamente) la economía del área,
sino de esta con el resto del mundo.